La colonización de los océanos por parte de los pulpos se debe a las propiedades de una sustancia presente en su sangre, la hemocianina, que les permite mantener todos los tejidos de su cuerpo oxigenados a temperaturas que oscilan entre -1,8ºC y 30ºC. Es la conclusión a la que han llegado científicos del Instituto Alfred Wegener para la Investigación Polar y Marina (Alemania) tras estudiar la hemocianina del pulpo antártico Pareledone charcoti. Sus análisis muestran que en esta especie la molécula es genética y funcionalmente diferente de la de los octópodos que viven en aguas más cálidas, lo que les permite sobrevivir a temperaturas bajo cero sin que su cuerpo se congele, tal y como han dado a conocer en la reunión anual de la Sociedad para la Biología Experimental, que se celebra en Valencia. Según ha explicado Michael Oellermann, coautor del estudio, "los octópodos son en gran parte especies locales no migratorias que se arrastran y tienen etapas de la vida cortas en las que habitan en la columna de agua y en su mayoría no pueden migrar o escapar". Esto les somete a una mayor presión para adaptarse a condiciones hostiles, entre ellas los ambientes fríos. Source: Muy Interesante.
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